Un niño que llora, gritos, alguien me llama por mi nombre, frases incoherentes y frases coherentes, todas esas voces se pasean por mi habitación apenas cierro los ojos, sin embargo nadie responde a preguntas, nadie parece responder a nada.
Y si al menos fueran voces nada más, los rostros también se pasean por mi lado, los hay de niños, ancianos, hombres y mujeres, algunos me miran como si se preguntaran que hago yo en el mundo de ellos. ¿Su mundo dije?, ¿el mundo de quien?.
Todavía no se si de verdad existen, si son alguien ó son apenas un engaño.
Antes me atormentaban, si; hoy son parte de lo cotidiano, de mi rutina diaria, los veo como habitantes de un universo paralelo, han dejado de ser molestos para transformarse, a veces, en una breve compañía, de vez en cuando me dispongo a pasear por esos caminos mentales donde los veo con mayor claridad y los observo en detalle, sus ropas, sus rasgos, incluso a veces, muy de vez en cuando, tengo la impresión de que me enseñan cosas y aprendo de ellos.
Este blog es un desafío para mi, durante años todo esto me ha emparentado con los muertos y con ellos se ha instalado un halo oscuro en mi vida, apenas perturba y ya casi no molesta, pero está ahi, ¿como poder llevar toda la situación hacia la luz? es una pregunta abierta, un camino, un derrotero. No se si es posible pero hay que intentarlo.